Cuando tu minisplit necesita ayuda: ¿Por qué deja de enfriar en plena ola de calor?

Publicado el
10/7/23
Cuando tu minisplit necesita ayuda: ¿Por qué deja de enfriar en plena ola de calor?

Si contamos con aire acondicionado en casa, cuando llega el calor no dudamos en encenderlo para estar más cómodos, algo que habitualmente hacemos sin problemas, logrando la temperatura ideal y un ambiente más confortable.

Sin embargo, con las temperaturas fuera de lo habitual, justo cuando más calor hace, las unidades exteriores parecería que fallan, que no funcionan correctamente, se paran o el minisplit mueve el aire a temperaturas superiores a las habituales no enfriando lo suficiente. ¿Dónde puede estar el problema?

Suponiendo que la instalación es correcta, que no hay eventos de falla anteriores con fugas de gas y que todo funcione correctamente, el problema de que no enfríen bien, puede ser por culpa del propio calor ambiental en el que están trabajando, por esta razón las unidades exteriores deben estar al aire libre, en lugares ventilados que minimicen el “Golpe de Calor”.

Calor Excesivo

Solemos estar acostumbrados a que cuando hace mucho calor y usamos los equipos electrónicos durante un cierto tiempo, llegue un momento en que nos salte alguna alarma de alta temperatura del dispositivo.

En los minisplit puede suceder algo parecido, aunque su manera de avisar es simplemente reducir su rendimiento o dejar de trabajar cuando sobrepasan un cierto límite de temperatura de funcionamiento en la unidad exterior.

La unidad exterior es la encargada de expulsar el calor del refrigerante en el ciclo del sistema de refrigeración, pero cuando el aire exterior alcanza temperaturas muy elevadas que exceden su rango de funcionamiento, lo que provoca que los sistemas de protección contra daños lo apaguen o reduzcan la capacidad de enfriamiento, pero no debe perder más del 10% de su capacidad nominal.

¿A qué temperatura sucede esto?

Esto es es algo que depende del diseño del producto, esto es la ingeniería del minisplit que no solemos observar.

Por ejemplo, la temperatura máxima suele ser una cifra que oscila entre los 45 y 50 grados centígrados, dependiendo de la gama del aire acondicionado (los de gama más altas suelen soportar mayores temperaturas de funcionamiento).

Aquí es donde se separan los equipos comerciales de precio bajo con los equipos que cumplen con la normativa que rige la eficiencia energética para ofrecer confort aun en condiciones extremas.

Mi Modelo Ideal

Si no hemos elegido modelo aún, podemos echarle un ojo a las especificaciones y valorar si el equipo que queremos instalar en casa va a funcionar correctamente en base a la carga térmica a combatir en el lugar a climatizar y con las temperaturas que suelen presentarse en la zona.

El lugar ideal

Si ya lo hemos comprado, pero todavía no lo han instalado, debemos seleccionar el mejor lugar para la ubicación de la unidad interior, seleccionando un lugar que no exponga a la radiación de calor ya sea directa o indirecta, humedad excesiva y algún flujo de aire caliente que merme la capacidad de enfriamiento.

En la unidad exterior la orientación es primordial para evitar la pérdida de capacidad de enfriamiento, buscar zonas de sombra para que no le dé el sol directamente, aunque haya que poner tuberías más largas, buscar el aire dominante en la zona que bañe a la serpentín con aire fresco del ambiente, sobre todo en las horas del día en donde tengamos mayor sensación térmica de calor o carga de humedad.

Mejor Corregir que Forzar

Ahora, si ya lo tenemos instalado y tenemos este problema de sobre-calentamiento, debemos llamar al instalador para que busque una posición en la unidad exterior que minimice la radiación directa del calor, aunque nos supondrá un gasto adicional, pero saldrá más económico que pagar facturas por consumo de energía elevadas o que comprar un equipo nuevo por que se dañó el compresor por trabajo excesivo.

Perfecto Equilibrio

Otra manera de minimizar los daños por calor extremo es manejar una temperatura de operación estándar, que son 24 a 26 grados centígrados, incluso si la sensación térmica excede los 48 grados centígrados tendríamos que manejar temperaturas entre 26 y 28 grados, esto con el fin de evitar daños al equipo, minimizar el consumo de energía y mantener una temperatura de confort en la habitación.

Recordemos que las unidades minisplit están diseñadas para mantener confort, no para generar frio extremo con temperaturas de operación menores a los 20 grados, cuando las condiciones son demasiado calurosas.

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